sábado, 28 de junio de 2008

Muero porque no muero

Vivo sin vivir en mí
Y tan alta vida espero
Que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí
Después que muero de amor,
Porque vivo en el Señor
Que me quiso para Sí.
Cuando el corazón le di
Puso en él este letrero:
Que muero porque no muero.

Esta divina prisión
Del amor con que yo vivo
Ha hecho a Dios mi cautivo
Y libre mi corazón;
Y causa en mí tal pasión
Ver a Dios mi prisionero,
Que muero porque no muero.

¡Ay, que larga es esta vida,
Qué duros estos destierros,
Esta cárcel y estos hierros
En que el alma esta metida!
Sólo esperar la salida
Me causa dolor tan fiero,
Que muero porque no muero.

¡Ay, que vida tan amarga
Do no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
No lo es la esperanza larga:
Quíteme Dios esta carga
Más pesada que el acero,
Que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
Vivo de que he de morir,
Porque muriendo el vivir
Me asegura mi esperanza.
Muerte do el vivir se alcanza,
No te tardes, que te espero,
Que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte;
Vida, no me seas molesta,
Mira que sólo te resta,
Para ganarte, perderte;
Venga ya la dulce muerte,
Venga el morir muy ligero,
Que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,
Que es la vida verdadera,
Hasta que esta vida muera
No se goza estando viva.
Muerte, no seas esquiva;
Viva muriendo primero,
Que muero porque no muero.

Vida, ¿que puedo yo darle
A mi Dios que vive en mí,
Si no es perderte a ti
Para mejor a El gozarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
Pues a El solo es al que quiero.
Que muero porque no muero.


martes, 17 de junio de 2008

Historia


Lloran sin cesar los clarines, y no es para menos. En las horas previas al resultado de toda esta etapa ya casi pasada, se vislumbra un futuro que huele a historia y que la tendrá como punto de partida y de final.

Veremos unas tesis sobre el comienzo del hombre llenas de lagunas, comprenderemos el surgimiento de grandes civilizaciones mediterráneas como Grecia o Roma que más tarde dio paso a la expansión de la Verdad de Cristo, dudaremos del oscurantismo de la época medieval y nos regocijaremos con la expulsión de necios usurpadores, veremos la formación de las oscuras monarquías en algunos lugares y el surgimiento de grandes imperios unidos en otros, llegaremos a momentos de declive por la falta de principios en los “jefes”, miraremos el estallido de revoluciones poco humanistas escondidas en una igualdad y una fraternidad ficticia, formaremos parte de aquellos que con sus buenas ideas forjaron el espíritu nacional pero también volveremos a épocas oscuras que se intentaron solucionar sin contar con la mayoría y que por tanto fracasaron, llegaremos a grandes destructivas guerras con regímenes anti-todo, pero que dejaron paso a épocas de esperanzadora armonía que como vemos hoy en día ya no son tal.
En definitiva la historia está ya escrita hasta nuestros días aunque con diferentes puntos de vista, ahora toca escribir la historia del mañana que pasa por la historia pasada.

Y para ello habrá que recorrer cada día calles verdaderamente semanasanteras, imaginando que ya queda poco para volver a pasar allí con la dalmática y con el incensario por ejemplo. Que las visitas a nuestros protectores serán casi diarias.
Esa historia por tanto está aun por escribir.